Los animales de familia ocupan un lugar especial en nuestros corazones y en nuestras vidas, brindándonos amor incondicional. Cuando un compañero de vida afronta una enfermedad crónica o es hospitalizado por una enfermedad grave o una condición que podría poner en peligro su vida, los responsables pueden comenzar a experimentar lo que se conoce como «duelo anticipado«. Este fenómeno puede ser igual de doloroso que el duelo tras la muerte del animal.

El duelo anticipado supone considerar inevitable la pérdida de nuestro ser querido. En el caso de los animales de compañía, esta anticipación se puede manifestar en sentimientos de tristeza, ansiedad e incluso culpa. Entramos en duelo por la pérdida, aun cuando siquiera el veterinario sepa cuál será el desenlace. Esto puede generar sufrimiento y dificultar a los responsables estar presentes en el momento, disfrutando del tiempo que nos quede por compartir  (Worden, 2009).

Como profesionales en el acompañamiento de familias multiespecie, es fundamental ayudar a los responsables a navegar por este trance. Para ayudar a las personas en este momento, será útil:  

  1. Validar sus Emociones: Empatizar con los responsables desde la aceptación incondicional y mostrarnos disponibles contribuirá a que los responsables se sientan comprendidos y apoyados, básico para que construyan estrategias de afrontamiento.
  2. Fomentar la Comunicación: Animar a los responsables a que hablen sobre sus sentimientos. Esto les permite expresar su tristeza, su miedo, sus dudas y procesar su vulnerabilidad.
  3. Estar presentes: si bien puede ser difícil en estos momentos de incertidumbre, ayudar a los responsables a enfocarse en compartir con su peludo todo lo posible puede ser terapéutico. Además, para el animal, sea cual fuere el desenlace, poder estar al lado de su compañero humano es, probablemente, el mejor apoyo emocional para ambos.

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Al enfrentar la posible pérdida del animal, es fundamental que tanto los responsables como el propio animal puedan encontrar apoyo en profesionales como veterinarios, psicoterapeutas, coaches o comunicadores que estén familiarizados con el duelo animal. Trabajaren estrecha colaboración proporciona un enfoque holístico al servicio tanto de las necesidades emocionales de los humanos, como del animal.

Referencias

  1. Kübler-Ross, E. (1969). On Death and Dying. Routledge.
  2. Worden, J. W. (2009). Grief Counseling and Grief Therapy: A Handbook for the Mental Health Practitioner. Springer Publishing Company.
  3. Kogan, L. R., & Schoenfeld-Tacher, R. (2009). «Animal-assisted therapy: The potential for improving the quality of life of people with chronic illness», 15(1), 58-63.