La emoción como fenómeno social

La emoción es, ante todo, un fenómeno social que conecta a la persona con sus necesidades y su entorno. Cuando estas necesidades no son validadas, surgen emociones dolorosas como señal de desajuste. Sin embargo, en contextos sociales adversos, las emociones pueden quedar «encerradas» dentro de la persona, generando dolor y desconexión. Este aislamiento emocional fomenta una visión individualizada de los problemas, ignorando su raíz social.

Por el contrario, las emociones positivas suelen descontextualizarse, atribuyéndose únicamente al mérito individual, desconectadas del apoyo social recibido. Así, lo que una persona logra emocionalmente está profundamente influido por su entorno, que aporta calma, validación, crítica constructiva y ejemplos para identificarse. En consecuencia, las dinámicas grupales se convierten en una oportunidad para sanar, reaprender y construir ambientes que permitan el desarrollo emocional, especialmente en personas que enfrentan trastornos mentales o situaciones de vulnerabilidad.

Trabajo grupal en Trabajo Social Clínico

El trabajo grupal es una herramienta clave en Trabajo Social, particularmente cuando se dirige a colectivos que comparten desafíos, como la búsqueda de empleo, el duelo, el consumo problemático o el desarraigo social. Los grupos de apoyo ofrecen un espacio seguro para compartir, validar y cooperar. Sin embargo, el impacto de estas intervenciones puede profundizarse integrando un enfoque centrado en la emoción, como el de la Terapia Focalizada en la Emoción (TFE).

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En un marco grupal, la TFE no solo beneficia a quienes trabajan directamente con sus emociones, sino que genera un efecto colectivo. Cuando una persona procesa su vulnerabilidad emocional frente al grupo, los demás empatizan, validan y se inspiran para explorar sus propias emociones, promoviendo un cambio grupal. Este enfoque contrarresta el aislamiento emocional y fomenta un crecimiento conjunto, aprovechando la resonancia y el apoyo mutuo.

Limitaciones y potencial del trabajo grupal

Sin un enfoque emocional profundo, los grupos pueden quedarse en niveles superficiales. Algunos participantes comparten solo desde lo racional, mientras otros evitan emociones profundas por miedo al juicio. Un abordaje focalizado en la emoción supera estas barreras al fomentar un trabajo emocional auténtico, tanto individual como colectivo.

En un grupo, las intervenciones individuales cumplen dos funciones:

  1. Modelar experiencias reparadoras: Ayudan a los demás a entender cómo abordar sus propias emociones.
  2. Generar resonancia grupal: La vulnerabilidad individual inspira procesos emocionales en los demás y fomenta el apoyo mutuo.

Estrategias clave en la TFE grupal

  1. Crear un espacio seguro: Establecer normas claras, modelar empatía y educar sobre la importancia de las emociones.
  2. Facilitar el acceso a emociones primarias: Usar preguntas exploratorias y ejercicios como el Focusing para conectar con emociones profundas.
  3. Utilizar el poder del grupo: Validar colectivamente las emociones y compartir reflexiones para generar resonancia y conexión emocional.
  4. Fomentar experiencias correctivas: A través de dinámicas grupales, permitir que los participantes vivan emociones positivas diferentes a las experimentadas en contextos pasados de dolor o rechazo.

Impacto transformador del enfoque grupal

Un trabajo grupal enriquecido con la TFE va más allá de compartir experiencias, promoviendo un cambio individual y colectivo. Este enfoque ayuda a los participantes a:

  • Identificar y procesar emociones bloqueadas.
  • Transformar emociones desadaptativas en adaptativas.
  • Vivir experiencias correctivas que fortalecen sus vínculos y autoestima.

El grupo se convierte en un espacio donde los participantes no solo resuelven conflictos internos, sino que también construyen una comunidad de apoyo. Al integrar la TFE, los Trabajadores Sociales Clínicos pueden multiplicar el impacto de sus intervenciones, ayudando a las personas a recuperar su bienestar emocional y su lugar en la sociedad.

¿Te imaginas implementando este enfoque en tu práctica clínica? La formación en TFE puede ser el siguiente paso para transformar tu trabajo grupal en una experiencia profundamente reparadora y transformadora.

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